miércoles, 19 de noviembre de 2025

La mentira de Balbín

Por Rosana Tortosa

En el peronismo se suele repetir cual mantra: "El que gana conduce y el que pierde acompaña" y que muchos incluso se la atribuyen al propio General Juan Domingo Perón.

El origen no sólo que no es del peronismo, quizá por eso nunca funcionó dentro del movimiento, sino que su autor es Ricardo Balbín, más radical que la boina blanca.

El domingo 19 de noviembre de 1972, dos días después del retorno del General a la Argentina, luego de 18 años de proscripción, a las puertas de Gaspar Campos, se produjo un histórico encuentro entre el General Perón y el doctor Ricardo Balbín en la que ambos líderes se abrazaron, luego de años de enfrentamientos, y al retirarse Balbín declaró: "El que gana gobierna y el que pierde acompaña" a lo que el General respodió "Con Balbín voy a cualquier parte".


Lo que vendría después es que el 23 de septiembre de 1973, la fórmula Perón – Perón gana las elecciones con más del 62% de los votos asumiendo por tercera vez la Presidencia de la República Argentina.

El 1° de julio de 1974, ejerciendo su cargo de primer mandatario Perón pasa a la inmortalidad. "Este viejo adversario despide a un amigo", expresó Ricardo Balbín en su funeral.

A la desaparición física de Perón le sucedió una inestabilidad económica, política y social que los apatridas militares de ese momento usaron para llevar aselante el nefasto Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. 

Si bien el líder de la Unión Cívica Radical (UCR), intentó el 16 de marzo de ese año sosegar el mal clima que se vivía en el país con algunas declaraciones, ya retornada la democracia, en 2010, en uno de los juicios a la dictadura,  Jorge Rafael Videla afirmó que  Balbín le pidió, en un encuentro a solas, que derrocara al gobierno de Isabel Perón.

Según Videla, 45 días antes del golpe del 24 de marzo, Balbín lo invitó "a una reunión privada en la casa de un amigo en común". Agregó que el dirigente le expresó "su preocupación por la situación caótica que vivía el país y el riesgo de que la misma desembocara en la anarquía". Y relató que le preguntó: "¿Frente a esta situación,van a dar el golpe sí o no?".

"Si esto es así, háganlo cuánto antes. Evítenle a la República una larga agonía. No sembraré piedras en el camino, porque entiendo que si hacen lo que presumo, estarán actuando conforme a las exigencias que les impone un estado de necesidad. Con eso se dio por terminada la reunión", completó Videla.

Desde el radicalismo siempre negaron ese encuentro y lo calificaron como una infamia. Quizas lo sea, el infame Videla era capaz de cualquier infamia.

Si bien es difícil comprobar esa reunión a solas, lo cierto es que el autor de la frase tampoco acompañó políticamente al peronismo, el que ganó ampliamente luego de su famosa frase, para llegar al final de su mandato.

Aclarado el origen radical del apotema, quiero concentrarme en su significado.

La simplificación del mandato de acompañar al que gana, por el simple hecho de haber obtenido una victoria es inaplicable cuando las acciones se enfrentan a los principios y las ideas que militamos. Y más  dentro de nuestro propio espacio político.

No cuenten conmigo para acompañar por ejemplo tener un Partido Justicialista cerrado. Tampoco voy a acompañar a quienes proscriban listas, a que se elijan candidatos a dedo que beneficien negocios personales. No voy a estar al lado de quienes despiden compañeros y compañeras por el sólo hecho de acompañar otra lista en una interna. Y sería larga la lista que podría resumirse en: no se puede acompañar lo que no cumple con las 3 banderas, las 20 verdades  y la doctrina, por más que gane. 

Y mucho menos cumplir con axiomas radicales.

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